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La crisis que agarró a todos por sorpresa

19 Octubre 2018

Eduardo D’Alessio suele hacer una encuesta bianual para Idea adonde mide el pulso empresarial y se divide entre el balance del semestre precedente y las perspectivas para el siguiente. Ayer, presentó, en el 54º Coloquio de Idea, sus nuevos números. Lo acompaño Miguel Kiguel, de Econviews.

 

Lógicamente, el balance hacia atrás, que compara contra las expectativas que tenían los ejecutivos a fines de 2017, fue pésimo y se acercó a los niveles de 2001. Pasaron cosas, ciertamente. Vale recordar que, a fines de 2017, victoria de Cambiemos mediante (y con dólar bajo y tranquilo), las expectativas eran las más altas en años. “La crisis agarró a todos por sorpresa”, analizó Kiguel. En rigor, 84% calificó negativamente el semestre que pasó. “No se logra controlar la inflación”, “la devaluación de la moneda”, “la caída del nivel de actividad” y “la baja del consumo” fueron algunos de los varios considerandos de los más de 200 ejecutivos sondeados.

 

Lo positivo, mirando hacia adelante, es que la curva estaría cerca. Eso piensan los empresarios, por lo menos. El 56% cree que se vienen mejores meses, 20% avizora la situación igual y el 24% remanente es pesimista. Meses mejores que, aun si llegan, serían más una estabilización que un crecimiento a todo vapor. Un ejemplo: apenas 18% espera invertir más en los próximos doce meses. Otro ejemplo: solo 21% espera salir a contratar nuevos empleados. A su vez, solo 22% espera mejorar sus márgenes de rentabilidad. Por suerte, hay mejores expectativas en ventas y, sobre todo, exportaciones. A tales fines, será clave que la inflación baje de modo sustancial para que deje de erosionarse el salario real.

 

Más allá del optimismo, también hay dudas y coletazos de estos meses complicados. Un ejemplo es la cadena de pagos: 44% de los encuestados estimó que se alargará su cadena de pagos, cifra que sube aún más entre las pymes. “No se rompe la cadena de pagos, pero sí se estira. Hay cheques rechazados, pero el nivel no es grande”, dijo Kiguel.

 

Sobre la microeconomía de sus empresas, los ejecutivos señalaron los siguientes cinco items como claves: salarios, retención de talentos, impuestos, tecnología y créditos.

 

A la hora de encontrar razones a los actuales problemas de la economía argentina, los empresarios fueron claros. El déficit fiscal (68%), la falta de acuerdos entre las distintas fuerzas políticas (34%), la confianza (31%) y el déficit de la balanza de pagos (19%). Como temas a trabajar de modo urgente sobresale la educación básica y el combate a la corrupción, y reaparece la cuestión de la presión impositiva.

 

¿Qué recomiendan los hombres y mujeres de negocios a los empresarios? Bajar el gasto público, invertir en educación y trabajar en una política económica de largo plazo. Para recuperar competitividad (Argentina está 81° sobre 140, según el último reporte del World Economic Forum), la agenda es similar: bajar la inflación y la presión impositiva y, también, avanzar con la demorada reforma laboral.